La recuperación varía según el tipo de cirugía y las características de cada paciente. En general, se recomienda entre 1 y 2 semanas de reposo relativo, evitando actividades físicas intensas durante al menos 4 a 6 semanas. Es importante seguir las indicaciones del cirujano para asegurar una recuperación segura y óptima.

Los resultados iniciales suelen ser visibles poco después de la cirugía, pero el resultado final puede tomar de 3 a 6 meses, ya que el cuerpo necesita tiempo para desinflamarse y adaptarse. Durante este período, el cuerpo irá mostrando progresivamente el cambio esperado.

Las cicatrices son una parte natural del proceso quirúrgico, pero el cirujano tomará precauciones para que sean lo menos visibles posible, ubicándolas en áreas discretas y utilizando técnicas avanzadas de sutura. Con el tiempo y los cuidados adecuados, las cicatrices suelen volverse menos notorias.